12/11/2015
- Cess.
Waking Life es una película estadounidense de animación de 2001 dirigida por Richard Linklater que va más allá de ser sólo entretenida, es una grandiosa animación con un nivel estético increíble. La película fue primero filmada en live-action y luego fue digitalmente trabajada por alrededor de 31 artistas gráficos, dando como resultado la creación de un perfecto mundo onírico; cada escena tiene una estética diferente (al haber sido trabajada por un artista diferente) lo cual hace la estética general de la película sea más interesante aun.
El gran apartado visual puede apreciarse en cualquier momento; la independencia de la digitalización nos muestra cómo todo tiene movimiento, es decir, no sólo las personas, sino también los escenarios y la ambientación, la cual luce aún más conforme a los diálogos, ya que mientras al le hablan las personas de sus sueños, algunas de las cosas que se mencionan en la charla aparecen contextualizando el entorno. Todo esto, logra formar en conjunto una imagen muy dinámica y de gran atractivo.
El hombre siempre se ha planteado la posibilidad de que la vida sea un largo sueño producido por la infinita capacidad creativa que posee el cerebro humano. También en el cine es frecuente la incursión por el mundo de los sueños y las exploraciones a extrañas dimensiones en las que puede sumergirse un individuo.
Walking Life presenta la disyuntiva que se genera entre un antes y un después metafórico sobre un "estar dormido" y un "despertar" en la consciencia humana; explora el mundo de los sueños y la posibilidad de que la vida misma sea un sueño concebido por la infinita capacidad de la mente, capacidad misma que nosotros ignoramos; introduce el concepto de "sueño lúcido" (mismo que se ha utilizado de igual manera en algunas obras del séptimo arte) que se caracteriza porque el "soñante" es consciente de estar soñando, pudiendo alterar la lógica del mismo.
La película posee un contenido de carácter filosófico y existencial, al grado de que puede resultar compleja y difícil de digerir, sin embargo, esta no es la clase de filme que debes esmerarte en comprender; hay que disfrutarla, no se debe tomar todo de manera literal. Memorizar las frases y pretender concebir todas las ideas de golpe, resultará simplemente inútil si no se deja fluir la historia en nosotros, el conocimiento y el entendimiento, vendrán por añadidura, es decir, en el transcurso de la misma y de manera eventual, los contenidos llegarán solos.
En lo particular, yo experimenté una transición de ideas y sensaciones distintas a lo largo de la película; diversas percepciones llegaron de forma transitoria y evolucionaron conforme me adentraba más en la trama; en un principio, el tecnicismo exagerado y la desesperación existencial que matizaba a Walking Life me pareció una propuesta excesiva, pretenciosa, e incluso (y de manera casi inevitable) generó en mí una sensación de incomodidad al escuchar los primeros planteamientos e inflexiones, sin embargo, este fue uno de los mensajes que "descifré" después; es una película metafórica, el mensaje es comparable con los sueños, ya que de igual manera no todos son interpretados fácilmente.
Ahora, si hablamos de la temática general, es preciso señalar que esta lleva una secuencia y un hilo, sin embargo, cada diálogo que se presenta en los diversos personajes que aparecen de manera casi esporádica, son muy independientes entre sí. Eso disminuye el ritmo narrativo de la historia, pero concede el hecho de que cada secuencia tenga una riqueza y una importancia específica y propia que incluso puede resultar algo difusa como conjunto; lo importante para captar más información es no perderse los planteamientos que cada escena presenta.
Como dije, comprender absolutamente todo de Walking Life, no es cosa fácil, sin embargo, algunos de los mensajes que quedaron más presentes en mí porque de una forma u otra lograron conectar conmigo y con mí ideología, fue el profundizar en lo efímera que es la existencia, casi tanto como los sueños; estos son reales mientras duran y podemos decir lo mismo de la vida.
Otro planteamiento existencial que realmente me pareció importante porque me ayudó a conceptualizar una idea imprecisa, es que el peor error que podemos cometer, es pensar que estamos vivos, cuando realmente estamos dormidos en el cuarto de espera de la vida; que efectivamente, cuando somos jóvenes no siempre nos percatamos de ello y no tomamos en cuenta nuestra interminable curiosidad o no siempre la encaminamos hacia algo realmente productivo y que existen muchas barreras que mantienen a las personas lejos de llegar a un potencial real.
La película me encantó y en definitivo la recomiendo ampliamente, sin embargo creo que la narrativa es elitista en cuanto a su redacción al no usar un lenguaje popular que cualquiera pueda disfrutar; a pesar de eso, logra transmitir un conjunto de saberes anclados en actos, preferencias y hábitos que determinan la recepción y valoración de todo lo que se ve, se siente, se piensa, se cree y sobre todo, que se imagina; se logra una cosmovisión de distintos pensares y saberes sobre puntos en común creando gradualmente un fondo cada vez más caótico e inestable de ideas que despliegan, vuelan alto y nunca aterrizan.
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