El Autódromo Hermanos Rodríguez se convierte en la pista con mayor aforo en el mundo por sus números de asistencias registrados durante la celebración del Gran Premio de México de Fórmula Uno, disputado este fin de semana en la ciudad de México.
Según los registros de los organizadores, sólo el día de la carrera se registró una asistencia de 134 mil 845 espectadores al contar aficionados, invitados especiales público en general. Con ello, sumado a los casi 90 mil del viernes y los 110 del sábado, reveló una suma total de 336 mil 174 espectadores a lo largo de los tres días.
El regreso a la Fórmula Uno generó una gran expectativa entre los seguidores al deporte motor por cumplir 23 años de que no se realizaba un Gran Premio en México. Por esta efervescencia, CIE hoy mismo pondrá a la venta a través del sistema Ticketmaster los boletos para la carrera del próximo año que se realizará el 6 de noviembre de 2016.
Poco antes del inicio de la carrera,los aviones de la Fuerza Aérea Mexicana surcaron el cielo sobre el Autódromo, pintándolo de verde, blanco y rojo, el público se entregó en un sonora ovación para después unir sus voces entonando el himno nacional a todo pulmón, teniendo sus ojos sobre su piloto favorito, el tapatío ''Checo'' Pérez. Al terminar, un "México, México" se escuchó en los alrededores del circuito.
Al iniciar la carrera todos estaban con las esperanzas puestas en el competidor local, aunque con el pasar de las vueltas la ilusión de ver a Pérez en la cima del podio se desvaneció, no lo hizo el ánimo de los fanáticos que en todo momento aplaudieron, gritaron y sufrieron con cada choque y cada rebase.
Al ondearse la bandera de cuadros cuando el alemán Rosberg cruzó la meta, el grito que se había escuchado durante el fin de semana de "Checo, Checo" cambió a un "Nico, Nico".
Para el beneplácito del público el piloto de Mercedes habla el español a la perfección por lo que al subir al podio a reclamar el trofeo que lo acreditaba como el ganador y portando un "sombrero de charro" gritó "Muchas gracias por el apoyo" lo que terminó por poner al borde de la locura a los presentes que volvieron a corear su nombre.
La champaña empapó los trajes de los pilotos al tiempo que el confeti salía de los extremos de los podios regalando una postal que perdurará para siempre en la memoria de los pilotos y los aficionados mexicanos.
Al terminar la carrera no terminó la fiesta pues los presentes aprovecharon de los puestos de comida instalados dentro del autódromo así como de los distintos escenarios musicales. La celebración y algarabía después de un evento de este tamaño siguió por horas.
Al iniciar la carrera todos estaban con las esperanzas puestas en el competidor local, aunque con el pasar de las vueltas la ilusión de ver a Pérez en la cima del podio se desvaneció, no lo hizo el ánimo de los fanáticos que en todo momento aplaudieron, gritaron y sufrieron con cada choque y cada rebase.
Al ondearse la bandera de cuadros cuando el alemán Rosberg cruzó la meta, el grito que se había escuchado durante el fin de semana de "Checo, Checo" cambió a un "Nico, Nico".
Para el beneplácito del público el piloto de Mercedes habla el español a la perfección por lo que al subir al podio a reclamar el trofeo que lo acreditaba como el ganador y portando un "sombrero de charro" gritó "Muchas gracias por el apoyo" lo que terminó por poner al borde de la locura a los presentes que volvieron a corear su nombre.
La champaña empapó los trajes de los pilotos al tiempo que el confeti salía de los extremos de los podios regalando una postal que perdurará para siempre en la memoria de los pilotos y los aficionados mexicanos.
Al terminar la carrera no terminó la fiesta pues los presentes aprovecharon de los puestos de comida instalados dentro del autódromo así como de los distintos escenarios musicales. La celebración y algarabía después de un evento de este tamaño siguió por horas.
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