Nosotros casi nunca terminábamos en la cama, terminábamos sobre la mesa, a la par de la ventana y dando vueltas en el piso.
Siempre mientras observaba mi espalda, le gustaba jalar fuertemente de mi cabello alborotado casi liso.
Fuimos amantes del sadismo con romanticismo. hacer el amor y follar, era casi lo mismo. Siempre fuimos así, directos y sin tabúes. concordábamos en muchos pensamientos, teníamos miles de similitudes.
Y es que fuimos un amor con total libertad de expresión, hablando siempre de manera abierta, pero también con el corazón.
Fuimos más que besos, más que abrazos, Fuimos más de lo que el resto pudiese imaginar... Fuimos un amor sin pudor, sin límites y con sinceridad.
De esos amores que no se pueden encontrar así nada más. De esos amores difíciles de olvidar. Fuimos todo.
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